El Guaros de Lara, último rival del Coviran Granada, es bicampeón de la Liga de las Américas
El Coviran Granada perdió ayer por 93-96 ante el Guaros de Lara de Venezuela. Su primera derrota de la pretemporada llegó en el tiempo extra. Los granadinos le jugaron sin ningún tipo de complejo al último campeón de la Liga de las Américas, el torneo más prestigioso a nivel de clubes del continente y en el que el que el cuadro venezolano se ha impuesto los dos últimos años.
El rival del equipo de Pablo Pin es el gran dominador del baloncesto tanto en Venezuela como en América. El Guaros de Lara tiene una plantilla de máximo nivel, con jugadores que disputaron los últimos Juegos Olímpicos de 2016 en Brasil. El Coviran Granada, a pesar del nivel de su rival, llevó el peso del partido durante gran parte del mismo y fue por delante durante muchos minutos, ya que empleó sus mejores armas y provocó que el equipo de Guillermo Vecchio tuviera que mostrar su versión más perfecta para imponerse en el Palacio de Deportes, algo que solo pudo hacer en la prórroga.
Gregory Echenique encarna a la perfección la potencia del Guaros de Lara. El pívot, de 27 años, es internacional con Venezuela y fue uno de los jugadores de referencia de su selección en los pasados Juegos Olímpicos. Además, junto a José Vargas, Néstor Colmenares y Luis Bethelmy, lideró el triunfo del equipo de su país en la final del torneo Sudamericano del año pasado, cuando la vinotinto se impuso en todos los partidos y venció en la final por 64-58 ante Brasil en un campeonato en el que también estaba Argentina.
El Coviran Granada no solo le compitió de tú a tú al cuadro venezolano, sino que venció en la lucha por el rebote durante los primeros 40 minutos de partido. Los rojinegros capturaron 32 rechaces, por los 31 de su rival. Además, el equipo de Pablo Pin hizo disfrutar a su afición con un juego dinámico y alegre en el que la velocidad fue su principal característica. Y todo ello pese a las bajas de Devin Wright y David Iriarte, dos de los cuatro jugadores interiores del plantel granadino. También hay que añadir que los locales jugaron durante muchos minutos sin ningún pívot sobre el parqué.
Motivos más que suficientes para ilusionar a los más de dos mil aficionados que ayer se dieron cita en el Palacio de Deportes. Además, el Coviran Granada elevó el ritmo del encuentro hasta su máxima capacidad con la consigna de provocar el mayor número posible de pérdidas de su rival, que se quedó en veinte. Otro de los factores a tener en cuenta es que los locales llevan tres semanas de pretemporada y han acumulado dos partidos de máxima exigencia en 24 horas, mientras que su rival de ayer disputará la final de la Intercontinental la semana que viene.
Argumentos más que suficientes para estar satisfechos con el equipo de Pablo Pin, que ha mostrado en los dos encuentros disputados en el recinto del Zaidín solo algunas de las características que el entrenador granadino quiere para su equipo, ya que todavía hay dos semanas de preparación antes del inicio oficial de la temporada.